Tal vez incluso cambie tu vida.
Al asomarme por la ventanilla desde mi asiento en el lado derecho del vagon, vi un destello blanco.
Era la primera vez que las veia en libertad, y todo gracias alferrocarril de Alaska.
Sin embargo, aprendi que cuando se trata de conocer Alaska a fondo, lo mejor es viajar despacio.
Me sorprendio el color de los tempanos, no eran tan blancos como pensaba.
Los colores de los tempanos seguian transformandose mientras remabamos junto a ellos.
Nuestro pequeno grupo estaba en silencio.
Seguiamos embelesados por la belleza remota y sobrecogedora que habiamos descubierto gracias al Ferrocarril de Alaska.
Tarifas de ida y vuelta a partir de $141.
En la estacion, los agentes de turismo nos dijeron que todos los hoteles estaban llenos.
Solo teniamos que mostrar nuestro pase cuando los inspectores pasaban a controlar los pasajes.
Que buenos recuerdos nos llevamos del viaje que hicimos juntos!
Conversar con pasajeros de otros paises fue otra suerte.
Menciono ciudades historicas a orillas del Rin, la imponente catedral gotica de Colonia y la densa Selva Negra.
Matt los conocio cuando ayudo amablemente al marido, Stan, con las dos maletas enormes de la pareja.
Conversamos sobre la guerra de Vietnam y la vida cotidiana en Australia.
Porque los pases te permiten ir donde quieras, cuando quieras.
Sientes el deseo de explorar mas?
No tienes mas que subirte al proximo tren.
Kitty Bean Yancey es una galardonada exsubdirectora editorial y escritora de temas de turismo deUSA Today.
