Jenyce Gush era una adolescente que habia faltado ese dia a la escuela en Dallas.

Dean Kahler era un estudiante universitario que iba caminando a clase.

Clara Jean Ester era una joven con la esperanza de conocer a un heroe en Memphis.

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Todas eran personas comunes que vivieron un evento extraordinario.

El 22 de noviembre de 1963 una amiga y yo decidimos faltar a la escuela.

Sabiamos que el presidente estaba de visita en Dallas y que su caravana pasaria por Lemmon Avenue.

El presidente John F Kennedy y Jacqueline Kennedy en Dallas el día de su asesinato

Yo tenia 15 anos y estudiaba en Rusk Junior High.

Toda la ciudad desbordaba de entusiasmo.

Era lo mas emocionante que jamas hubiera visto.

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Y de pronto, ahi estaban ellos, el presidente y la primera dama en una limusina Lincoln descubierta.

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Viviamos en plena era de Camelot.

Diana Spencer cuando era niñera de Patrick hijo de Mary Robertson

Nunca habia habido un presidentecomo John F. Kennedyni una primera dama como Jackie.

Me sorprendio que estuvieran en un auto descubierto, que no hubiera ninguna proteccion antibalas.

Pero en lo que mas pensaba era en lo atractivo que era el presidente.

Llevaba una camisa a rayas y sus cejas eran muy pobladas.

Me saludo con la mano.

Gritaba: Lo balearon!

Pense que estaria hablando de algun conocido de ella, un familiar o algo asi.

A quien balearon?, pregunte.

Balearon al presidente!.

No, no, dije.

Lo acabamos de ver.

Entre a la farmacia Skillern y vi a la gente apinada frente a un televisor.

Pense que eso no podia estar sucediendo.

Durante dias, fue el unico tema de conversacion de todos.

Fue una epoca muy oscura para el mundo entero.

Mi madre habia trabajado antes como mesera para Jack Ruby en el Carousel Club.

Al poco tiempo el FBI llamo a nuestra puerta.

Yo abri, y habia dos agentes con credenciales de identificacion.

Mama!, dije.

Esta aqui el FBI!

Ustedes mataron al presidente?.

De algun modo, mi mente joven habia saltado a esa conclusion.

Por supuesto, ella no tenia nada que ver.

En retrospectiva, fue algo que uno nunca imagina que podria pasar, y mucho menos en su ciudad.

En 1980, la empresa en la que trabajaba mi esposo, Exxon, lo transfirio a Londres.

Llegamos a Londres y me comunique con la agencia, que se llamaba Occasional & Permanent Nannies.

Aqui hay una, dijo la mujer al telefono.

Su nombre es Diana Spencer.

Y esa joven se presento para una entrevista.

Durante todo el ano siguiente, Diana vino a mi casa dos dias por semana.

Teniamos una relacion muy intima.

Yo la llamaba Diana y ella me llamaba Sra.

Un dia encontre un comprobante de deposito de un banco sobre el sofa de la sala.

El recibo era de Coutts, el banco de la aristocracia y la familia real.

Y el nombre que aparecia era Lady Diana Spencer.

Yo sabia que ese era un titulo importante.

Parecia simplemente imposible, y una de las empleadas britanicas del banco dijo: Tu eres fantastica.

Pero no hay forma de que alguien de su categoria trabaje para una estadounidense comun como tu.

Diana habia estado llevando a mi hijo a Kensington para que jugara con la pequena hija de su hermana.

Cuando nuestra familia retorno a Estados Unidos, comenzaron a llegar las pequenas cartas azules por via aerea.

Por supuesto, yo leia en los periodicos las noticias sobre su relacion con el principe Carlos.

Entonces, un dia de febrero de 1981, sono el telefono.

Era una amiga de Londres.

Tu amiga lo logro!, dijo.

Salte literalmente de alegria.

Luego, llego otra nota: Por supuesto, decia Diana, recibiran una invitacion para la boda.

Fuimos a la boda y tambien a una fiesta fabulosa en el Palacio de Buckingham dos dias antes.

El principe Carlos no pudo ser mas amable.

Yo crei en el cuento de hadas.

Pense que todo iba a salir maravillosamente.

Durante el resto de la vida de Diana, nos escribimos y nos vimos cuando pudimos.

Yo sabia que ella estaba pasando momentos dificiles.

La comida no era ideal para ninos, pero Diana le corto el pollo hojaldrado a mi hija Caroline.

Esta era una princesa de verdad.

Una amiga me llamo: Mary, dijo, enciende el televisor.

Diana acaba de morir en un accidente de auto en Paris.

Yo corri abajo, puse CNN y mire las noticas durante horas.

Todo parecia tan irreal.

Nunca sabre quien penso en invitarnos al funeral.

Diana era la unica persona de la familia real que conociamos.

Pero recibi una llamada de lord Chamberlain quien me extendio la invitacion.

El dolor era tan real que podia palparse.

Elton John canto una cancion, y despues oimos algo que parecia lluvia.

Pero era un soleado dia de septiembre.

Cuando los soldados retiraron el ataud de la iglesia, hubo un silencio de muerte.

Todo lo que se oia era el ruido resonante de sus pasos.