De vez en cuando, me encuentro con personas que me conocian de aquellos tiempos.
No la estrella de rock en la que una vez jure publicamente convertirme.
“Todavia haces musica?, me preguntan.
Membresia de AARP: $15 por tu primer ano cuando te inscribes en la renovacion automatica.
Esto es de por vida”.
“Claro, contestan para salir del paso.
Entiendo el porque de su incomodidad.
Quizas dieron por sentado que la derrota iba a acabar con mi deseo de tocar musica.
Muchos de ellos vendieron sus instrumentos y equipos y se alejaron de la musica.
Pero aqui esta el detalle: ahora que hago musica principalmente para disfrutarla, me resulta mas agradable.
Y como se ha quitado del medio la busqueda de la fama, lo hago mejor.
Pero ya nadie esta buscando al empresario en el fondo de la sala, al creador de idolos.
Nos enfocamos solo en la musica.
Al parecer, nada nos puede detener.
Y luego nos dedicamos de lleno al rock y todo lo demas pasa a un segundo plano.
Terminamos exhaustos, de la mejor manera.
El yo mas joven estaria horrorizado de ver a su futuro ser en circunstancias tan poco glamorosas.
El yo joven no tendria la menor idea de lo preciosa y enriquecedora que es una vida asi.
Por suerte, aprendera.