Ademas, en la industria privada ya no existen las pensiones.

A esto hay que anadir que, para esa generacion, su casa era su cuenta de ahorro.

Y ahora, las viviendas han bajado de valor.

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Ese es un golpe adicional, senala Acaron.

Asi que en el futuro va a ser mayor la necesidad de apoyo.

Fueron semanas de visitas medicas.

Edgardo Vélez y su madre, Encarnita Munich, en el balcón de su casa en Bayamón, Puerto Rico

Luego, una operacion, terapias fisicas y cuidados.

Fue una odisea, recuerda, una avalancha de responsabilidades que terminaron por pasarle factura.

A punto de cumplir 60 anos, su salud se vio quebrantada por primera vez.

Encarnita Munich lee un periódico en la sala de su hogar

Aumento 30 libras, desarrollo alta presion arterial einsuficiencia renalen etapa 3.

Membresia de AARP: $15 por tu primer ano cuando te inscribes en la renovacion automatica.

Tengo que cuidarme para poder cuidarla a ella.

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Porque a veces pasa que el cuidador se va primero que la persona a quien cuida, reflexiona.

Y eso seria impensable, ya que su madre, Encarnita Munich, depende totalmente de el.

Luego, la salud de mi mama desmejoro.

Edgardo Vélez  y su mamá asisten a una las reunión de la Asociación de Alzheimer de Puerto Rico

Y ahi decidi dejarlo todo para poder atenderla, comparte.

Subitamente, paso de recibir un salario de ejecutivo a depender de los ahorros familiares.

Por suerte, tomo los pasos necesarios para poder desempenar sus deberes.

Edgardo Vélez ayuda a su madre, Encarnita Munich, a caminar

Asumir el cuidado de su madre no ha sido tarea facil.

Fue muy dificil estar seis meses sin electricidad luego del impacto de Maria, recuerda Edgardo.

“Nuestra salud ha mejorado”, explica Edgardo.

Antonio Piñero al lado de su madre, Juanita Félix

El ama de llaves es una enfermera graduada que los ayuda a tener una nutricion mas saludable.

“He tenido un respiro como cuidador”, reflexiona.

Mireya Pérez del Rio posa junto a sus padres en su hogar en Guaynabo, Puerto Rico, y con dos asistentes

Don Alberto, a sus 89 años

Fernando, Mirita y Alberto conversan con su madre