Repaso las ultimas 24 horas.
Sin ataques de depresion angustiosa, tan profunda que duele hablar.
En otras palabras, un buen dia.
Lo cual parece un milagro religioso considerando los innumerables dias paralizantes que me han traido hasta aqui.
Suficientes dias de esos y uno queda tan desgastado que piensa que al final va a desaparecer completamente.
Ese es el magnifico trabajo que hace el trastorno bipolar.
Desde la adolescencia, he tenido marcados cambios de humor.
Eso continuo hasta que alguien me diagnostico estos cambios abruptos… despues de cumplir los 61 anos.
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Hable sobre mi infancia.
Hable sobre mis suenos.
Volvi a experimentar el trauma del nacimiento.
Describi misataques de panicolo mejor que pude.
A cambio, me dieron Valium, varias formas de bencedrina, burdos antidepresivos primitivos.
Ninguno de ellos toco la enfermedad.
Mientras una vocecita me susurraba desde adentro:reparame.
De alguna manera sobrevivi, hasta que por casualidad me encontre con la salvacion.
Me hizo preguntas que nadie me habia hecho antes.
Tenia deseos repentinos e irresistibles de actividad, creatividad, sexo?
Llamaba a mis amigos a cualquier hora, desesperado por compartir alguna idea maravillosa?
Tenia largos periodos en los que no podia desempenarme y tenia pensamientos suicidas?
Esto no parece para nada unadepresioncomun, dijo el buen medico.
“Creo que sufres de trastorno bipolar, bipolar II, en realidad.
Voy a recetarte algo nuevo.
Creo que te va a ayudar”.
Las horas que pase paralizado en la cama, con mi cuaderno de notas inutilmente al alcance.
Las relaciones arruinadas cuando mujeres impacientes opinaron que yo era “muy voluble”.
Las imagenes de esos anos pasaron ante mi tan rapido como los avances de una pelicula.
Y me puse a llorar.
Lo que el Dr. Abrams me receto fue un medicamento llamado lamotrigina.
Estan tan cerca como mis amigos mas intimos.
Primero, entraba en un estado maniaco.
Trabajaba una cantidad ridicula de horas todos los dias.
Hacia salidas de compras descontroladas.
Los puntos bajos eran ataques terribles de irritabilidad y depresion letal.
Reaccionaba mal con la gente sin ningun motivo".