Calles empedradas y fugaces ecos de tango.
Noches de bohemia y cafetines antiguos que parecen no cerrar sus puertas jamas.
La capital argentina tiene un parentesco estetico con Paris, pero su caracter es tambien intensamentelatinoamericano.
Tango para escucharlo y bailarlo
El tango sigue vivo en Argentina.
Amparado por los veteranos que vivieron su epoca dorada, pero tambien adoptado con entusiasmo por los mas jovenes.
Una visita a Buenos Aires no estaria completa sin una noche de milonga.
La confiteria Las Violetas, ubicada cerca del centro de la ciudad, es quizas la mas impactante.
Se inauguro en 1884 y todavia preserva la elegancia aristocratica de otras epocas.
Los desayunos son excelentes, pero la hora del te es sin duda su mejor momento.
Vale la pena visitar su feria de antiguedades para encontrar libros de decadas pasadas y objetos de arte.
Regatear un poco los precios es parte del ritual.
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4.
Un sorpresivo vistazo a la tranquilidad del pasado bonaerense.